Cantinas en Mexico
En México, la cantina es una experiencia que todos deberían vivir más de una vez en su vida y es bien sabido que las cantinas en nuestro país son consideradas puntos turísticos obligados para visitar e incluir en la agenda de viaje.
Por tradición, costumbre, festejo e incluso trabajo, una cantina es el punto de reunión y el pretexto perfecto para reunirse y dejar atrás, por lo menos unas horas, la ajetreada vida cotidiana y adentrarse a un mundo diferente, pasar un buen momento en compañía del amigo, de la familia, el compadre, el colega, la cita amorosa y demás personas que puedas imaginar.
Las cantinas se distinguen por su población heterogénea, en ellas puedes encontrar desde burócratas vestidos con trajes de poliéster; obreros con botas gastadas y camisas sudadas; jóvenes universitarios con pocos pesos en la bolsa pero con la mejor actitud para pasar un buen rato; hasta políticos, profesores, periodistas y extranjeros. Bien se puede decir que las cantinas son la institución más democrática siempre y cuando tengas dinero para pagar una copa. Esta combinación de personajes se completó en 1982, año en el que las mujeres fueron aceptadas en estos lugares, y por lo que muchos clientes habituales dejaron de asistir.
Antiguamente las cantinas eran establecimientos solo para hombres, era su lugar de escape y relajación, en donde tenían privacidad, pero en 1982 en la ciudad de México se organizó un congreso internacional feminista y los mandatarios aprovecharon la ocasión para quitar el decreto que prohibía a las mujeres entrar a las cantinas.
Las cantinas son un indudable refugio tanto para hombres como mujeres, el único requisito es contar con la mayoría de edad para poder acceder a esta tradición.
Existen cantinas clásicas y tradicionales, ubicadas en edificios históricos, abiertas al público desde hace mucho tiempo, las hay también más familiares, con calidad en el servicio, música en vivo, amplios espacios, las hay también nuevas y modernas con estilos únicos y diseñadas para captar gente joven. Las encontramos para todo tipo de prepuesto y en todas las ciudades de nuestra hermosa República Mexicana.
A pesar de las adaptaciones y diferencias que puedan tener unas con otras, debemos destacar lo que todas tienen en común: las Cantinas son sinónimo de comida abundante, tragos variados, música en vivo o Djs; algunas con espectáculo incluido, pero sobre todo diversión y esparcimiento llenos de tradición.
En las cantinas la característica principal es la gran variedad de platos botaneros casi siempre está conformado por platillos de la región, estado o localidad donde se ubique y que ofrecen hasta llegar a 100 en algunos lugares, que van siendo fraccionados por tiempos y a los que se tiene derecho en relación directa al número de tragos que se vayan consumiendo; esto es lo correcto y además así son las reglas: la primera copa le da derecho a escoger entre más o menos 5 platillos y así se va repitiendo el sistema,
En principio no eran cantinas, sino pulquerías, los lugares donde el pueblo cansado de jornadas intensas y poco sueldo, llegaban a olvidar sus pesares y cantar sus alegrías.
El término “cantina”, deriva, de la palabra celta que significa: despensa, gabinete o cuarto pequeño donde se ordenan y se ubican los vinos. En la época colonial se hacía llamar, la taberna, el tendejón y la vinatería, a los establecimientos que vendían toda clase de bebida embriagante.
Las cantinas nacen aproximadamente en 1847 durante la ocupación norteamericana a nuestro país bajo la creciente demanda de los soldados invasores por bebidas con el estilo que acostumbraban; por lo cual varias fondas y tabernas comenzaron a transformarse hacia la típica imagen de los salones del viejo oeste.
Al triunfo de Juárez ante la intervención y guerra con Francia, el concepto de cantina comenzó a evolucionar gracias al bando ganador, los liberales remataron los vinos de las bodegas de Maximiliano mejorando por un lado el surtido y oferta de estas primeras establecimientos, así como incrementando la elegancia de muchos de estos sitios al ser decorados con despojos de las casas imperiales derrotadas, y esto implicó que: Al poco tiempo se cundieron los lugares céntricos con salones limpios con cantineros bien peinados y afeitados, altos mostradores con barra de metal pulida, mesitas con cubierta de mármol y camareros que servían a la clientela con largos mandiles blancos.
Visitar una cantina es toda una experiencia que deberías vivir, incluyela en tu agenda de viaje y reserva nuestro Merida Cantinas Tour!